Quiénes somos realmente? Y quiénes creemos ser? Transcribo completas las reflexiones tituladas ¿Qué nos dicen? del libro "Nosotros decimos no" de Eduardo Galeano:
"En las versiones dramatizadas de la conquista de América, que los indios representan todavía en la región andina, los curas y los conquistadores hablan moviendo los labios, pero sin emitir sonidos. Los vencedores hablan, en el teatro indígena, un lenguaje mudo. Hoy día, las voces del sistema internacional de poder, que la cultura dominante transmite, ¿qué nos dicen? ¿Qué nos dicen que tenga que ver con nuestras necesidades reales? La cultura dominante. que actúa a través de la estructura educativa y sobre todo, en mucha mayor medida, a través de los medios de comunicación, no revela la realidad: la enmascara. No ayuda a los cambios: contribuye a evitarlos. No estimula la participación democrática: induce a la pasividad, a la resignación, al egoísmo. No genera creadores: multiplica consumidores.
Cada vez hay más opinados y cada vez menos opinadores. A medida que perfecciona sus instrumentos de irradiación, la cultura dominante va revelando su vocación antidemocrática, y va reduciendo los espacios públicos de creación y participación. La difusión avasallante de la televisión, por ejemplo, hiere, y creo que hiere feo, a la cultura popular, en una larga embestida que pretende convertir a toda América Latina en un vasto suburbio de Dallas. Y esto es grave,creo, porque en América Latina la cultura popular es la cultura nacional más verdadera. Bien dicen que cada anciano que muere en los pueblos perdidos de por ahí es una biblioteca que arde. Gracias a la cultura popular, que hereda y enriquece la memoria colectiva, los latinoamericanos hemos podido perpetuar algunas claves fundamentales de identidad. La cultura oficial, copiona y estéril, eco bobo de la cultura dominante ignora esas claves o, conociéndolas, las desprecia. O quizá, en el fondo, las teme: esas claves se refieren a la dignidad, a la imaginación y a otras enemigas de los dueños del poder."