sábado, 18 de noviembre de 2017

Y yo, qué pensaba?

Eso deben estar preguntándose hoy numerosos políticos que es ocioso mencionar, que supieron integrar una lista de candidatos en representación de un partido político X, y que habiendo sido electos y asumido sus reponsabilidades, parecieron confundir absolutamente los ideales que perseguían y que los alinearon con aquéllas candidaturas.
Qué diría hoy Manuel Ugarte? un político cuya ética lo llevó a renunciar a su pertenencia al Partido Socialista en el cual militó 10 años, y así nos lo explica en su libro "La Patria grande":

"...Perdida la esperanza de impedir el error, reivindico por lo menos el derecho de no asociarme a él. Como protesta contra los hechos consumados y en previsión de lo que comprendí que debía producirse después, decliné (como ya había declinado antes una candidatura a diputado) la candidatura a senador que me brindó el Partido Socialista. 
No fue vana exhibición de desinterés, porque la austeridad democrática no consiste en rehusar sistemáticamente todos los puestos, sino en abstenerse de aceptarlos cuando se lastima la integridad de los principios. Fue un acto elemental de prudencia. El orgullo de ocupar un sillón en la Alta Cámara en medio de hombres representativos a los cuales respeto, no me ofuscó hasta el punto de impedirme ver el dilema que me acechaba: ser inconsecuente con mis ideas o serlo con el partido que me favorecía con su designación. Una vez en el Parlamento, hubiera tenido que
burlar la confianza que en mí depositaba el grupo que me hacía candidato, desarrollando una acción extraña a sus preferencias, o hubiera tenido que ahogar mis convicciones personales para defender soluciones excesivas que considero contrarias al mismo fin humanitario que se persigue.
Había además una cuestión de responsabilidad. Aceptar era declararme colaborador en actos y propósitos que repruebo, contribuyendo a mantener una confusión penosa. No cabe recibir investiduras de un partido con el cual disentimos, porque el solo hecho de figurar como candidato patrocinado por él, indica que nos solidarizamos en el pasado y en el presente con su programa y sus procedimientos. Cuando  asoma una divergencia o se advierte una incompatibilidad, lo pertinente es abstenerse hasta hacer prevalecer nuestra especial manera de ver las cosas, o separarse, delimitando el campo mental en que aspiramos a movernos."

No hay comentarios:

Publicar un comentario