"Debemos distinguir bien entre las leyes naturales y las leyes autoritarias, arbitrarias, políticas, religiosas, criminales y civiles que las clases privilegiadas han establecido siempre en el curso de la historia para la explotación del trabajo de las masas trabajadoras -leyes que, bajo la pretensión de una moralidad ficticia, fueron siempre fuente de la más profunda inmoralidad."
"El colmo de la equivocación se encuentra en quienes ignoran la ley natural y social de la solidaridad humana hasta el extremo de imaginar que la independencia mutua absoluta de los individuos o de las masas es posible o deseable. Desear esto es desear la aniquilación misma de la sociedad, porque la vida social es simplemente esa incesante dependencia mutua de los individuos y de las masas. Todos los individuos, incluso los más fuertes e inteligentes, son en cada instante de sus vidas productores y producto a la vez de la voluntad y la acción de las masas.
"Yo mismo sólo soy un ser humano y libre en cuanto reconozca la libertad y la humanidad de todas las personas que me rodean. Y sólo cuando respeto su carácter humano, respeto mi propia humanidad."
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