viernes, 27 de abril de 2018

Antecedentes de un golpe


Estos son párrafos extractados del capítulo que Scalabrini Ortiz titula “La guerra secreta por el petróleo argentino” en su libro “Política británica en el Río de la Plata”:

“La sorda contienda petrolífera ha comenzado. De un lado está Estados Unidos de Norte América, disciplinada en parte detrás de Rockefeller, el magnate director de la Standard Oil. Del otro, no hay nadie aparentemente. Gran Bretaña, mediante sus órganos secretos, trabaja en la sombra.”

“La Royal Dutch y la Shell Transport formada por el ropavejero Marcus Samuel ya elevado a lord Beardsted, con la colaboración de la banca Rothschild, se han fundido en un solo bloque, la Royal Dutch Shell, que está directamente controlada por el gobierno británico.”

“En 1907 se descubre casualmente petróleo en Comodoro Rivadavia. Su importancia se disimula durante varios años. Inglaterra forma una compañía integrada en su mayoría por ferroviarios que ya actúan en la República. Se denomina la Argentine Gulf Oil Sindicate Ltd.”

“Inglaterra parece dispuesta a no apresurarse. Parece estimar que su posición en Argentina es inviolable. Todo en ella le pertenece. Pero la Standard Oil, aunque con menos elegancia y discreción, usa los mismos métodos ingleses, soborna, corrompe, amenaza, azuza a los ambiciosos, se vale de mediadores influyentes, utiliza la prensa como un arma.”

“Cómo, pues, impedir la penetración de la Standard Oil sin ilustrar a la opinión pública argentina en la refinada habilidad de que es capaz Inglaterra? (…) Inglaterra opta por el combate indirecto y desata una terrible campaña contra la Standard Oil, pero no a su favor, sino a favor de la explotación del petróleo por el Estado, a favor del establecimiento de reservas fiscales, a favor de la retención de la riqueza petrolífera en manos argentinas.”

“El 24 de diciembre de 1910 es creada la Dirección General de Explotación del Petróleo de Comodoro Rivadavia. La preside el ingeniero Luis A. Huergo. Huergo es un técnico de netas capacidades y de gran honradez y le entusiasma trabajar en pro de las conveniencias argentinas. Pero es también persona de buena relación con Inglaterra. (…) Huergo acomete con ardor: “Los actos de la compañía Standard Oil son juzgados en todas partes como actos de piratas usurarios, despiadados, etc…” De un lado se presenta a la Standard Oil como una gavilla de piratas desalmados, en lo que quizá no estaba equivocado, por cierto. Por el otro, los intereses británicos representados por perfectos caballeros que trabajan a favor de los pueblos americanos, seres desinteresados y casi angélicos.”

“La guerra favorece el desarrollo de la explotación petrolífera.”

“Quizá los ingleses ya están arrepentidos de su creación indirecta. El poder está en manos de gobiernos sólidamente respaldados por la anuencia popular y con los que no pueden maniobrar a gusto. Desde octubre de 1916, Hipólito Yrigoyen es presidente de la República. En 1922, ya traspuesto el período experimental, Yrigoyen crea una repartición autónoma que manejará los fondos provenientes de la explotación. Yacimientos Petrolíferos Fiscales es el título de la nueva entidad. El general Enrique Mosconi es designado director en octubre de 1922 y un impulso casi febril se inyecta en el organismo de Y.P.F.”

“YPF capitaliza anualmente, entre reservas ordinarias y extraordinarias, fondos de previsión y seguros y ganancias netas, alrededor de 30 millones de pesos, que utiliza generalmente en ampliar su flota, en mejorar y aumentar sus plantas de destilación y en extender sus agencias de venta y comercialización.”

“En 1927, la representación radical vota en la Cámara de Diputados una ley que nacionaliza el subsuelo y la explotación y comercialización de toda clase de hidrocarburos. Esta ley pasó a la aprobación del Senado, donde la mayoría la ejercen los viejos conservadores y allí quedó durmiendo al amparo de la venalidad.”

“En octubre de 1928 Yrigoyen reasume el poder y un año después insta al Senado a conceder su aprobación al proyecto de nacionalización (…) a fin de evitar que se repita lo ocurrido con el suelo fiscal y conservar los beneficios del petróleo para el pueblo de la República, (…)”

“Esta ley resultaba muy drástica por igual para los intereses de Gran Bretaña y de Norte América y la instigación del presidente Yrigoyen cayó en el vacío. Los diarios argentinos hablaron de los peligros de la administración estadual. Decían que el Estado había demostrado ser mal administrador y demás falsedades cuyo tenor ya conocemos de antemano.”

“El 6 de setiembre de 1930, Yrigoyen fue derrocado por una revolución.”

miércoles, 25 de abril de 2018

La historia vuelve a repetirse ...

El texto que copio no coincide totalmente con la actualidad, en primer lugar porque 35.000 km. de ferrocarriles fueron nacionalizados por Perón en el año 1948 y luego privatizados o provincializados por Menem en el año 1991; y en segundo lugar porque ya casi no existen.
Sin embargo no resulta difícil hacer paralelos con otras empresas de capitales extranjeros que hoy marcan rumbos...
El apartado, citado por Raúl Scalabrini Ortiz en "Políticas británicas en el Río de la Plata" pertenece a la Comisión Especial de Legislación Ferroviaria, designada en el año 1915, integrada entre otros por Manuel Mora y Araujo, Rogelio Araya y PedroBercetche, entre otros.

"En Francia, al nacer las grandes compañías ferroviarias, Lamartine estableció, con palabras proféticas, el peligro que ello representaba en la resolución de los grandes problemas políticos, económicos y financieros. El caso considerado por Lamartine se nos presenta a nosotros con mayor gravedad, porque las compañías a que él se refería eran nacionales, mientras que en nuestro caso con compañías extranjeras, que presionando con sus centenares de millones de capital pretenden regular a su antojo nuestra circulación y nuestra producción, tan íntimamente vinculadas. ¿A qué extremos de despoblación y de abandono de los trabajos agrícolas podemos llegar, en desmedro de la riqueza del país y de su progreso, si es que aceptamos que las empresas ferroviarias se crean las únicas fuerzas reguladoras de nuestro tráfico? ¿A qué extremos de falta de gobierno podemos llegar si aceptamos que las empresas, no sólo discutan con los ministros, sino que contraríen la acción de los poderes públicos y tomen contra ellos y el país represalias en ocasión de la sancíón de leyes que no gozan de su beneplácito?... Si las utilidades del trabajador argentino hubieran de ser absorbidas por los intereses del capital extranjero, habría razón para creer que estamos en peligro de convertirnos en una factoría."

jueves, 19 de abril de 2018

El rumbo perdido

Leyéndolo desprevenidamente uno podría pensar que está recién escrito..., pero no. Forma parte del Preámbulo del llamado "Manifiesto al pueblo de la República Argentina" que aprobó la Asamblea Constituyente de FORJA (Fuerza de Orientación Radical de la Joven Argentina) el 29 de junio del año 1935:


“(…) las oligarquías gubernamentales desarrollan un plan sistemático para aniquilar la soberanía del pueblo, transfiriendo a grupos de especuladores el goce de los bienes de la Nación, sin hallar resistencia efectiva en los llamados partidos opositores que aprovechando la abstención radical, fueron a compartir posiciones con el pretexto de defender desde ellas los derechos populares. Ninguna desilusión hemos sufrido al verles arrastrados por el camino de su destino común con los gobernantes, porque, como ellos, han entrado en el manejo del Estado, sin contar con la verdadera voluntad del pueblo. (…)
 Después, esas direcciones han abandonado sus deberes, al propiciar la salida de la abstención en que se mantuvo la austera protesta del pueblo soberano contra todo lo que se hacía, sin derecho, en su nombre. Y, de renuncio en renuncio, esas direcciones han llegado a ser fomentadoras de resignaciones y acomodamientos.
No sin amargura hemos visto también a algunos de los que fueron, con nosotros y más señaladamente que nosotros, sostenedores de la soberanía popular hasta el 2 de enero de 1935, dejar sus ideales de redención nacional para tomar la senda de unos comicios susceptibles de conducir a la disociación de la Unión Cívica Radical.
Ésta no ha de destruirse sin embargo. El intento de los que aspiran a emplear su inmensa fuerza colectiva como una fuerza ciega, para llegar a fines opuestos a las aspiraciones del pueblo radical, de realizar una vida nacional solidaria y digna, de trabajo y de justicia, no puede seguir ya su camino sin que, del mismo seno de la Unión Cívica Radical, surja el empeño consciente de defenderla.
Hemos agotado ya toda esperanza de que los autores de errores y desviaciones reiteradas escuchen nuestras reflexiones, nuestras instancias, nuestras súplicas, nuestras advertencias. Deploramos que las autoridades de la Unión Cívica Radical con el pretexto de conseguir la soberanía política del pueblo, estén colaborando con las oligarquías económicas, entregadas al capitalismo extranjero. (…)
 Pues todo riesgo de desintegración moral de la Nación Argentina sería insignificante si la Unión Cívica Radical estuviera en su entereza moral como custodia del patrimonio de la República, porque ella sabría poner por sus propios medios la reparación y el freno necesario a los daños sucedidos y a los que se avecinan. (…)
 Se ha de ilustrar concretamente el criterio de todos con la revelación de los hechos y expectativas que definen el actual momento de la vida nacional, y para ello se citará nombres de personas y Estados sin los cuales la exposición de nuestra causa perdería la claridad necesaria para servir al juicio público. No nos mueve hacia esas personas y naciones, prevención ni desafecto.
 F.O.R.J.A., al denunciar el carácter de la gestión del actual gobierno y la ineficacia de sus oposiciones parlamentarias, acusa a las autoridades de la unión Cívica Radical por mantener silencio ante la gravedad de (…)

miércoles, 18 de abril de 2018

El silencio

Un periodismo totalmente vendido a los poderes económicos y financieros nacionales e internacionales, no puede ser imparcial. Pero no pensemos que es la primera vez que eso sucede en nuestro país. En 1936, Raúl Scalabrini Ortiz publicó su libro "Política británica en el Río de la Plata", y así escribe.
"...Aldous Huxley decía que la prensa era una de las armas más eficaces de los dictadores modernos. Mediante ella se maneja a la opinión pública y se la inclina en uno u otro sentido, con gran facilidad. El silencio es la pólvora con que esas armas se cargan. El silencio, es decir, la ignorancia, permite mover las pasiones con mayor seguridad que una prolija argumentación. El hombre que no sabe, es instrumento dócil de los que saben. Para denostar a los dictadores modernos,  Huxley analiza su tema con agudeza. Parece querer demostrar con ello, que los dictadores modernos no requieren las grandes condiciones humanas que podrían deducirse dela magnitud de su acción. Las masas se mueven casi automáticamente bajo la influencia de la prensa, que sumerge en el silencio todo lo inconveniente para el estado  de ánimo general favorable a la dictadura.
El silencio es un arma tan eficaz como la ley, cuando se maneja con habilidad. El silencio es mortífero para las ideas. El silencio abate toda pretensión de autonomía, coarta la inventiva, impide el análisis, sofoca la crítica, detiene el mutuo intercambio de pensamientos, en que un pensamiento colectivo puede llegar a concretarse. (...)
Para el ciudadano desprevenido que supone simple azar en el ocurrimiento de los hechos, quizás se presenten como exageradas estas anotaciones."




domingo, 8 de abril de 2018

Cipayismo?

El siguiente texto está extraído de un artículo publicado por Manuel Ugarte como editorial, en el diario LA PATRIA, que él mismo fundara en el año 1916. Su actualidad estremece:

"Alguien ha venido hoy a verme y me ha dicho: —Juzgue usted mismo, señor. Yo había fundado con mis ahorros y algunos pequeños capitales amigos una fábrica; pero fueron tales los impuestos y las trabas, que me arruiné, y tuve que renunciar a ser fabricante. Ahora vendo el mismo producto importado, y gano el dinero que quiero. ¿Qué criterio económico es este? Un argentino fracasa cuando elabora productos nacionales, cuando aumenta la riqueza común, cuando da ocupación a los obreros del país; y ese mismo argentino prospera cuando se pone al servicio de una fuerza económica extraña, cuando contribuye a que su país sea tributario, cuando alimenta a los obreros de Londres o de Nueva York. Confieso, señor, que no comprendo una palabra. Los programas financieros, ¿se harán en el manicomio?
La protesta no puede ser más justificada. Lo que ocurre entre nosotros con las industrias nacionales es algo paradojal.
En momentos en que los pueblos llegan hasta desencadenar guerras enormes para dominar los mercados mundiales y colocar el excedente de los productos de su industria, nosotros estamos sofocando y combatiendo la vida propia que surge en el país espontáneamente. En Europa y Norteamérica se rodea a la industria de cuidados; aquí se la hostiga.
Un extraño idealismo librecambista ha llevado a ciertos hombres públicos a ahogar por teoricismo los brotes que surgen al conjuro de la fuerte salud de nuestra tierra, olvidando que los pueblos que no manufacturan los productos nunca son pueblos verdaderamente ricos, sino pueblos por donde la riqueza pasa, puesto que, lejos de quedar esta en el país, tiene que ir al extranjero, a cambio de lo indispensable para subsistir.
(...) ¿Por qué hemos de renunciar al deseo de igualar a otros pueblos, al orgullo de bastarnos, a la fabulosa prosperidad que nos espera? El grado de civilización, de capacidad económica, de eficacia activa de los países se mide por su aptitud para transformar los productos de la tierra. Los que solo exportan materias primas son, en realidad, pueblos coloniales. Los que exportan objetos manufacturados son países preeminentes. 
(...) No nos dejemos detener por las observaciones primarias de los economistas, que solo ven el momento en que se encuentran y la ventaja inmediata. 
Los que arguyen que aumentará el precio de los artículos olvidan que, precisamente desde el punto de vista obrero, la industria resulta más necesaria.
Abaratar las cosas en detrimento de la producción nacional, es ir contra una buena parte de aquellos a los cuales se trata de favorecer, puesto que se les quita el medio de ganar el pan en la fábrica. Disminuir el precio de los artículos y aumentar el número de los desocupados resulta un contrasentido. Interroguemos a los millares y millares de hombres que hoy pululan en las calles buscando empleo a causa de las malas direcciones de la política económica; preguntémosles qué es lo que elegirían: vivir más barato o tener con qué vivir. ¿De qué sirve al obrero que baje el precio de los artículos, si no obtiene con qué comprarlos?
El temor a la vida cara es uno de los prejuicios económicos más atrasados y lamentables. La vida es siempre tanto más cara cuanto más próspero y triunfante es un país. Todo se abarata, en cambio, en las naciones estancadas y decadentes. La vida es barata en China, y cara en los Estados Unidos. Pero como los salarios van en proporción con la suma de bienestar de que esos grupos disfrutan, la única diferencia es que unos pueblos viven en mayúscula y otros mueren en minúscula."